En la acción han participado
Juliana Vélez, representante de WeDo, Galina Angarova, representante de la
Alianza Global Indígena para el Cambio Climático, los Bosques y el Desarrollo
Sostenible, y las mujeres indígenas Caleen Sisk, líder espiritual del pueblo
Winnemem Wintu, del Norte de California, y María Everarda Tista, lideresa Maya
Achí de Guatemala, que han manifestado cómo sus pueblos son afectados por el
cambio climático en las Américas.
La acción forma parte de la
campaña internacional ‘Llamado Mundial de las Mujeres por la Justicia
Climática’, movimiento que une a más de 150 organizaciones de mujeres de todo
el globo, y que en esta ocasión realiza su lanzamiento oficial en Guatemala.
El pronunciamiento se
enmarca en las actividades del VII Encuentro Continental de Mujeres Indígenas
de las Américas en Ciudad de Guatemala, evento que reúne a alrededor de 300
mujeres de todo el continente para consensuar una voz propia y colectiva de las
organizaciones de mujeres indígenas para el avance sus derechos y de los
derechos de sus pueblos.
Testimonios de lideresas
indígenas
Para Maria Everarda Tista,
lideresa Maya Achi, de Corredor Seco (Salamá, Baja Verapaz), “mi familia y
todas las familias de mi comunidad hemos vivido el incremento de la pobreza.
Antiguamente, el invierno se vivía desde el mes de abril de cada año y eso
hacía que las familias campesinas levantáramos cosecha de maíz y frijol dos
veces al año”, que son base de la alimentación en Guatemala. “Pero hoy
sólo levantamos una cosecha al año para el consumo familiar y quienes venden
dichos granos básicos elevan el precio del grano.
Por otra parte, explica
María Everarda, existe otra problemática puntual en las comunidades, la
desregulación del ciclo de los recursos hídricos. “Tenemos menos agua, y de
peor calidad”. Para muchas comunidades, la falta de protección y desaparición
de fuentes de agua genera una alta vulnerabilidad territorial y ambiental.
La líder espiritual Caleen
Sisk encabeza el pueblo Winnemem Wintu, que habita tradicionalmente a las
orillas del río McCloud, al norte de California. Es la heredera de una
tradición de líderes espirituales larga como sus cabellos. Para Caleen, “los
seres humanos nos sentimos cómodos con el clima tal y como lo hemos conocido y
queremos que el clima siga igual, pero ya lo hemos alterado enormemente y
seguimos alterándolo”. Las sequías, incendios e inundaciones son graves
manifestaciones del cambio climático. “El Agua y el Fuego son Grandes Maestros.
Queremos controlarlos, pero no podemos. Construir muros para evitar una
inundación hace que el río desborde por otro lugar y que deje de fertilizar las
tierras de cultivo”.
Para Caleen, la mirada del
mundo científico a la realidad y las soluciones propuestas sólo contemplan
pequeñas parcelas de la vida. “Cuando una fuente se seca en la montaña, los
expertos señalan como causa el descenso de nieve ese invierno. Pero nosotros,
los Winnemem Wintu miramos a nuestras canciones ancestrales, para ver si ese
evento sucedió en nuestro pasado y cómo respondimos a él. Históricamente, hemos
realizado danzas rituales para invocar al agua en el pozo, un símbolo de que el
ser humano algo hacía mal y que debíamos cambiar. Pero, hoy, en la situación
actual de cambio climático, ante esa fuente seca, nuestros relatos antiguos no
tienen ninguna referencia. Esa fuente nunca antes se había secado”.
Campaña Llamado Mundial por
la Justicia Climática
La campaña Llamado Mundial
de las Mujeres por la Justicia Climática es un movimiento masivo en contra del
cambio climático y a favor de la justicia climática. Con motivo de la
celebración en diciembre en París de la Cumbre de Naciones Unidas sobre el
cambio climático (COP21), las mujeres y niñas indígenas exigirán a los Estados
adoptar un compromiso que facilite el acceso de las mujeres al financiamiento,
la transferencia de tecnologías, y el desarrollo de sus capacidades para
enfrentar el cambio climático.
Las mujeres indígenas están
preocupadas por la falta de justicia y de acciones eficaces para prevenir el
cambio climático. Ante las políticas de corporaciones y de Estados, que
priorizan el crecimiento y la avaricia por encima de los derechos humanos, las
mujeres van a tomar medidas en todos sus ámbitos de actuación, entre ellas
grupos de presión, concentraciones, vigilias, etc.
Las mujeres tienen ocho
demandas: Cambiar el sistema y evitar el cambio climático; evitar el aumento de
1,5º en la temperatura mundial; asegurar la igualdad de género y los derechos humanos
en todas las medidas contra el cambio climático; mantener el petróleo y los
combustibles fósiles en el suelo; cambiar al uso de energía 100% segura y
renovable; implementar la eficiencia energética; reducir los patrones de
producción y consumo de todas las personas, especialmente aquellas que más han
contribuido a este problema en el mundo desarrollado; y comprometer a los
países desarrollados a liderar la lucha contra la crisis climática y a brindar
a los países en desarrollo los medios necesarios para mitigar el cambio
climático y adaptarse a este, con un espíritu de solidaridad y justicia.
Calentamiento global afecta
a derechos humanos
Una creciente cantidad de
grandes catástrofes en todo el mundo, causadas por el cambio climático, han
resultado en la muerte de personas,
la erradicación de especies y la destrucción de ecosistemas y medios de vida.
Entre las comunidades más
afectadas se encuentran las mujeres y las niñas indígenas, que si bien no han
contribuido a la emisión de gases contaminantes, sí sufren una vulneración de
sus derechos humanos a la vida, en el caso de corrimiento de tierras donde
están asentadas sus viviendas; a la alimentación, cuando se producen sequías
que generan hambrunas; o a la pérdida de hábitats y entornos de pesca, por el
aumento del nivel del mar en zonas costeras.
A pesar de este escenario,
las mujeres indígenas poseen una gran capacidad para adaptarse ante el clima
adverso, debido a su rol como portadoras del saber ancestral de sus pueblos y
conocimientos sobre el medio ambiente, los bosques, la biodiversidad y la
agricultura.
Impactos del cambio
climático en Guatemala
Guatemala ha sufrido en los
últimos años los impactos del exceso de precipitaciones pluviales y episodios
de sequía. Estos eventos han producido la pérdida de ecosistemas, la reducción
de la calidad y disponibilidad de recursos hídricos, a la par de enfermedades
respiratorias e intestinales. Las lluvias torrenciales, inundaciones y sequías
han vulnerado el derecho a la alimentación. Particularmente en el caso de las
sequías unido a causas estructurales históricas de orden económico y social,
los cuadros de desnutrición pasaron a constituirse en cuadros de hambruna.
Las poblaciones urbanas con
escasos recursos económicos que habitan en asentamientos ubicados en barrancos
y laderas están continuamente expuestas a derrumbes y otros desastres
provocados por el aumento de las precipitaciones pluviales. Los derechos a la
vida, a la salud física y mental no tienen vigencia efectiva.
Para mayor información
visite www.womenclimatejustice.org
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